Disonancia y armonía

Como renacer constante de épocas resuenan los versos de la vital trova de Pedro Luis Ferrer, un cubano que lamentablemente es desconocido en Chile y a quien de soslayo el oficialismo insular no catapulta, sino más bien condena a llenar sus propios auditorios con radio bemba*, tarea de la cual Pedro sale airoso. La red inter- náutica me evita las reseñas biográficas, mi encuentro con sus temas se inicia al contacto con una realización cinematográfica de Julian Schnabel, “Antes que anochezca”, una adaptación autobiográfica del fallecido escritor cubano Reynaldo Arenas, donde encarna a este último el actor español Javier Bardem, quien brinda una de sus mejores interpretaciones, a ratos tensando la dirección y el guión. El tema “Mariposa”, de Pedro Luis Ferrer, irrumpe y estremece al espectador en medio de cargas emotivas, una obra que explícitamente nos redime de los condicionamientos políticos en la realización artística, y a los cuales la manifestación de “izquierdas” ha pagado históricamente demasiados tributos monacales. Fue así como la función del arte instrumental, de apoyo a los proyectos totalitarios, se fue agotando y precedió providencialmente la debacle de los “socialismos reales”. Y si Moscú no creyera en lágrimas seguiríamos adorando al vellocino de oro del Kremlin.
Aquí en casa, estamos en el capitalismo real, con la parsimonia de un “modelo exitoso”, en el cual la función artística no es más que la búsqueda de financiación y aprobación del burócrata de turno, supeditándonos a la rotación de manivela, cual mono Tití con gorro marroquí, bailando como comparsa del organillero, y es que el totalitarismo del mercado constriñe y condiciona con aires de comisario político. No hay término medio aristotélico en la búsqueda de la libertad aquí y en cualquier orilla, como de forma tan desconocida para los chilenos lo hiciera Vladimir Visotsky en Rusia. La acción disidente es válida en cuanto nos libera de la mediocre acción del fotógrafo de turno de cualquier sistema que nos entrega una imagen cultural estática y de cuarta categoría.
Pedro Luis Ferrer está lejos de ser parte de un Hollywood revolucionario, tampoco será el Pedro Picapiedras del barrio. Su trova ha incomodado y eso bien vale una introspección, lejos del jardín de los locos Adams. Finalizo reproduciendo la parte final del soneto I de Ferrer, y que es el que más me gusta:
“…Los sueños, criaturas inclementes, toman al universo por sorpresa - metáforas, locuras disidentes-
para que se mitigue la tristeza y surja la ocasión de la belleza en el tiento infinito de la mente”....................................................(9 septiembre 2002)PD: Ojalá tengamos pronto en Chile a este bravío hijo de una noble nación.
* Expresión cubanísima, es el rumor que va de boca en boca.Para que nos vayamos conociendo: http://www.youtube.com/watch?v=kFo2nDRLubc
Columnista: Marco Contardo