LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

La carrera de Periodismo, que hasta 1973 era sólo impartida por cuatro universidades, actualmente hay 36 escuelas de Periodismo en 68 sedes del país, 27 escuelas son privadas.
Las remuneraciones de los periodistas se han quedado rezagadas respecto de otras profesiones y el precio de la mano de obra es relativamente bajo, incluso más que en otros países de la región. La gran cantidad de Escuelas de Periodismo existentes en la región de Valparaíso implica tener un gran contingente de profesionales cesantes.
"Las fuentes laborales no surgen con la misma velocidad que la cantidad de periodistas", señala el presidente del gremio regional, Audénico Barría.
Sobre el estado de la profesión en Chile, según un estudio efectuado por cuatro universidades. Quienes trabajan hoy en medios de comunicación produciendo noticias periódicamente son el 44 por ciento del total de los profesionales. El resto trabaja en comunicación corporativa -elaboran estrategias de comunicación para empresas o instituciones y representan el 37 por ciento del desempeño laboral; un 8 por ciento está dedicado a investigar y enseñar sobre comunicaciones en las universidades y el resto trabaja produciendo contenidos misceláneos.
Más escuelas de periodismo, menos medios de comunicación, bajos sueldos son parte de una realidad ineludible.
En las redes sociales.
Un nuevo campo laboral para los periodistas y que puede fortalecer la calidad de los contenidos, son las redes sociales que cada día adquieren mayor importancia en la sociedad. Una prueba de ello es lo que está ocurriendo en los países árabes, una verdadera revolución social apoyada por las redes sociales.
Duopolio en la información: Mercurio y La Tercera.
El panorama nacional de la prensa escrita no escapa a lo que ocurre en la región, la información uniformada es parte del flujo informativo, sin un periodismo investigativo con una mirada crítica, opinante y constructiva de la sociedad porteña, con espacios pluralistas del quehacer regional. Igual situación ocurre en torno a los medios televisivos y su orientación, sus contenidos y tendencias derechistas.
Destruyendo la realidad
El 2010, Un año marcado de tragedias que desnudaron dramas sociales que parecían escondidos. El terremoto y tsunami, los mineros de San José, el conflicto Mapuche, la muerte de 81 presos en la cárcel de San Miguel, eso en el plano nacional.
La evaluación general de la información es al debe. Por falta de visión, falta de medios, poca claridad en discriminar temas que eran realmente relevantes. El pulpo del mundial tuvo muchos más minutos en pantalla que la huelga de hambre mapuche o la de los trabajadores de Farmacias Ahumada, al parecer la realidad se transforma en una seudorealidad, en criterios económicos, políticos o temas vinculados al rating. (Léase avisaje)
La globalización de las comunicaciones ha hecho perder las perspectivas.
No es noticia
Hace tiempo que el peoplemeter, la cantidad de diarios vendidos o el número de visitas o escuchas son uno más en la reunión de pauta de los editores. Hay que mantener contentos a los auspiciadores, porque estos financian a los medios. Pero una cosa es "vender" tu medio como producto y otra cosa es prostituirlo, dejando que ese "invitado" a la reunión de pauta sea el que finalmente decida contenidos del medio.
El "show" de las noticias
Un claro ejemplo de las situaciones tras el terremoto y tsunami, que llegaron a su máxima expresión con motivo de la cobertura de los mineros atrapados en la Mina San José.
La oportunidad del periodismo, de ir más allá del drama inmediato que significaba rescatar o no con vida a los mineros, se transformó en un show en donde los trabajadores eran estrellas y en que cada detalle superfluo sobre sus vidas, sus familias o amigo, excluyendo las graves falencias en las operaciones en la mina, las fallas en los organismos fiscalizadores, la precariedad en la que trabajan no solo en Copiapó, sino en otros minerales del país.
Un botón de muestra a una realidad desconocida
El Consejo Regional Valparaíso del Colegio de Periodistas hizo público su respaldo al colega dirigente del Regional Metropolitano, Marcelo Garay, imputado por infracción a la denominada Ley Otero, que sanciona a quienes capten y difundan imágenes en lugares considerados como privados.
El periodista fue detenido hace más de un año en la Región de la Araucanía al fotografiar un predio en Padre Las Casas mientras reporteaba en una comunidad.
La Fiscalía lo formalizó por infracción al artículo 161-A del Código Penal (Ley Otero) y pide 200 días de presidio y una multa de casi 2 millones de pesos. Además, la policía actuó de manera abusiva al arrebatarle -la cámara fotográfica- y un instrumento de uso absolutamente personal, como su teléfono móvil.
Contrasta esta reacción policial y la actuación del Ministerio Público con la permisividad con que se trata a otros medios, especialmente televisivos, que ingresan junto con la policía a recintos privados, negocios y casas particulares, captando y difundiendo imágenes de procedimientos sin restricciones.
Los periodistas de la V Región hacen presente a la opinión pública que ya el gobierno de Ricardo Lagos comprometió tramitar la derogación de la Ley Otero, intención reiterada también por el de su sucesora, Michelle Bachelet, compromisos que no se cumplieron.
Finalmente el provocador discurso del periodista Nibaldo Mosciatti al recibir el Premio Embotelladora Andina 2010
“Debemos reconocer dos periodismos: Uno, el que le habla a la gente, porque piensa en la gente y siente que está al servicio de ella. Otro, el periodismo que le habla a los poderes, porque vive en ese rincón restringido y cálido –pero nunca gratis, que los poderes guardan a ese periodismo. Es un rincón un poco humillante, como esas casuchas para los perros guardianes, que te guarece de la lluvia pero que incuba pulgas y garrapatas, pero allí nunca falta el tacho con comida. Sabe mal, pero alimenta. Y, en general, engorda. Lo que entiendo por periodismo es lo primero: el periodismo es un ejercicio de antipoder. Repartir, difundir, democratizar la información que, si es tenida en reserva por unos pocos, constituye poder.”
Nelson Muñoz Mera / Registro Colegio Periodistas / N° 3.264